UN AMOR
PROHIBIDO
CAPITULO 1. MALAS Y BUENAS NOTICIAS.
Era sé una vez en un reino muy
lejano llamado Clothis, vivía en guerra con un reino cercano llamado
Otislava, por haberse robado recursos
entre ellos y traicionarse unos contra otros por confesar secretos de los reinos.
Como Clothis tenía a pocos soldados, decidieron ir casa por casa para llevarse
a todos los hombres del reino y llevarlos a la guerra.
Un día una joven bella llamada
Nuria, estaba en el bosque observando las flores cuando de repente, oyó gritos
de dolor que provenían del pueblo, así que, decidió ver que estaba pasando.
Tras llegar a su casa muy asustada vio que su madre estaba llorando en el suelo
y entonces decidió ir a buscar a su padre, buscó, buscó y buscó pero no lo encontró y ella alterada
le preguntó a su madre donde estaba su
padre, y su madre le contestó llorando:
- Se lo han llevado los guardias
para la guerra y seguro que no volverá.-
Y Nuria le respondió muy segura:
-Iré a buscarlo.-La madre rápidamente se lo negó
diciendo:
-¡No! no quiero perder a nadie más, ya tengo suficiente con perder a tu padre y ahora no pienso perderte a ti
también. Pero la pregunta es ¿cómo vamos a vivir? si tu padre era él único que
traía dinero a casa.
Y cuando dijo eso, la madre se echo
a llorar por sus propias palabras.-Nuria la intentó tranquilizar diciendo:
-Mamá ya se que este momento es muy
difícil para las dos y llaveras como se solucionará, mamá mientras ve a la
habitación y tranquilízate que vuelvo enseguida.
Nuria de no tener miedo a nada, salió
de su casa y fue a la casa de su amigo Luis; que era el mensajero real de Clothis.
Cuando Nuria llegó a su casa llamó a
la puerta y Luis le abrió encantado. Cuando Nuria entró en la casa tuvieron una
conversación:
-Hola Luis.
-Hola Nuria.
-Quería preguntarte…-Preguntó Nuria
muy tímidamente. Y Luis le contestó:
-¿Nuria qué quieres preguntarme? yo
por ti haría lo que sea.- Entonces Nuria aprovechó el momento y le dijo:
-Quería preguntarte si me dejarías
tu uniforme de mensajero real para colarme en el castillo.-A partir de esa
respuesta empezó la discusión:
-¿Qué? ¿Tú esta loca? Si te
descubren te harán un enorme castigo que sufrirías mucho.
-Luis ¡por favor! Has dicho que
harías lo que sea por mí.
-Pero… no quiero que arriesgues tu
vida ¿para qué quieres el uniforme?
-Lo quiero para recuperar a mi padre, impedir una guerra y que muera gente inocente.
-Bueno… es verdad que yo oí decir a
unos guardias del castillo que se llevarían a todos los hombres y quién se resistiera lo
matarían.
-Entonces ¿me lo dejas?
-¿Vas a tener cuidado?
-Si, te lo prometo.
-Vale, esta bien, pero si te pillan
ya sabes las consecuencias.
-Ya lo se, pero por lo menos moriré
intentándolo.
-Toma aquí tienes.
-Gracias. Eres el mejor.
-Espero que nos volvamos a ver.
-Lo mismo digo.
Después de despedirse, se abrazan y
Nuria se va. Como ya era muy tarde decidió volver a casa.
Tras estar toda la noche dándole
vueltas a la cabeza de lo que iba a hacer cuando entrara en el castillo,
Nuria se despierta a las siete de la
mañana del día siguiente, se levanta, se pone el uniforme, se prepara y se va
de camino al castillo.
Al llegar al castillo Nuria llama a
la puerta y los guardias la miran sospechosamente porque se preguntaban: ¿Qué
hace aquí una mujer? ¿Si no es una doncella, que hará aquí? Pero al final le
dejan entrar y la llevan hacia el rey. Tras llegar al salón real el rey le pregunta
extrañado:
-¿Quién eres? ¿Qué haces aquí?
-Soy Nuria y soy sustituta de Luis
el mensajero real, mi majestad.
-¿Qué le pasa a Luis?
-Tiene un pequeño resfriado y no
puede trabajar.
-Ayer vino y estaba perfectamente.
¿Estás ocultando algo?
- No… es porque… el resfriado lo ha
cogido esta mañana comprando manzanas.
- Vale...- Y de repente un guardia dice
malhumorado:
-¡Las mujeres no pueden sustituir a
ningún hombre! ¡Son inferiores a nosotros!
El guardia le pega y la tira al
suelo.
Nuria dice con dolor:
-Eso nunca. ¡Todos somos iguales!
Nuria dolorida se levanta, le pega
una patada en la barriga, lo estampa contra la pared y dice:
-Ami nadie me toca. ¿Te has
enterado?
-Si, me he enterado.
El rey asombrado de la chica le
dice:
-Eres muy fuerte, así que te vas a
quedar en unos aposentos que hay para
invitados, que en unos cuantos días te examinaremos. Doncella llévala a sus
aposentos.
La doncella lleva a Nuria a sus
aposentos y le dice con entusiasmo a Nuria:
-Me alegro que le hayas dicho eso al
guardia en representación de las mujeres.
-Solo porque seamos de diferente
sexo no significa que no nos traten por igual.
-Corre ve a tus aposentos que tengo
que prepararle el baño a la señora. Adiós.
-Vale. Adiós.
Nuria mientras que llegaba a sus
aposentos de repente se encontró a un joven alto, rubio, con los ojos azules,
delgado, guapísimo…
Y él le dice:
-Hola. Ya he visto como te defendías
del guardia. Impresionante. Se lo merecía, aquí hay gente muy machista que no
saben apreciar a las mujeres tan bellas como tú.
-Gracias.-Contesta Nuria sonrojada.
-Aunque, con todos los halagos que
te haga, no son suficientes para una princesa como tú.
-Bueno en realidad no soy…- Dijo Desanimada.
-Por cierto ¿Cómo te llamas?-Le
preguntó el príncipe a Nuria y Nuria le contestó:
-Hem… me llamo Nuria ¿y tú?
-Que nombre más bonito. Me llamo
Álvaro y soy el príncipe.-Dijo con tono elegante y Nuria dijo rápidamente:
-¡Viene la doncella! Me tengo que
ir a mis aposentos.-Y el príncipe le contestó:
-Espero volver a verte.-Y Nuria le
respondió:
-Lo mismo digo.
Nuria se va a sus aposentos rápidamente. Álvaro
se va a ver a su mejor amigo Carlos. Y Álvaro atontado por la conversación que ha
tenido con la bella joven le dice a su amigo:
-¡Carlos, Carlos!
-Dime.
-He conocido a una chica
maravillosa.
-Como si no fuera la primera vez.
-Ya lo sé. Pero esta es diferente.
Ella es joven, alta, morena, tiene los ojos azules, delgada, simpática, guapa…
-Como todas según tú.
-Ya te he dicho que esta es
diferente.
-¿Cómo se llama?
-Se llama Nuria.
-¿Pero qué es?
-Pues una mujer. ¿Pero tú que
piensas?
-Ya se que es una mujer, solo digo
que si es princesa o de pueblo.
-No lo sé. Me da igual lo que sea.
¡Me he enamorado!
-Pero si es de pueblo y pobre aunque
a ti te de igual, tu padre no te va a dejar estar con ella.
-Me da igual, si tengo que morir por
ella y por su amor ¡moriré!
-Parece que te importa mucho. Si que
es diferente, porque tú no morirías por nadie pero, en cambio, por ella si que
lo harías.
-¡Vaya! ya va a ser hora de la cena.
-Vale, hasta luego Carlos.
-Adiós.
Álvaro tras despedirse de su amigo
su amigo Carlos, se dirige al trono donde estaba su padre. Y le dice:
-Padre.
-¿Qué quieres hijo?
-¿Te parece bien que vengan ha cenar
Carlos y Nuria la chica que se defendía esta mañana del guardia?
- Hijo... ¿cómo sabes que se llama
Nuria?
-Padre estaba detrás de ti cuando
ella se presentó.
-Te creo. Pero… ¿Para qué quieres
que cena Nuria con nosotros? si no es de la familia y tampoco es real como
nosotros.
-Oh no…-Álvaro se había enterado de que Nuria era de
pueblo tras oír las palabras de su padre, Álvaro ya sabía que lo tendría muy
difícil para estar con Nuria. Y durante la conversación ya estaba un poco
desanimado:
-¿Qué pasa hijo?
-Nada. Quiero que venga ha cenar
porque, así con el banquete de hoy
mañana estará mejor y más fuerte para luchar.-
-Tienes razón, que venga Carlos
también. Doncella dale este vestido a Nuria, por lo menos que vaya elegante.
La doncella coge el vestido. Al
llegar a los aposentos de Nuria, llama a la puerta, Nuria le abre y la doncella
le dice:
-Toma, el rey quiere que te pongas esto y que vayas a cenar con
ellos.
-Vale.
-Vístete rápida que falta poco para
empezar, mientras yo voy a llamar a otro invitado.
-Vale, gracias.
La doncella se va y Nuria alucinada
se dice en voz alta:
-Es precioso este vestido,¡me
encanta! aunque haya recibido malas noticias al final he recibido buenas y ¡estoy en el castillo! quien iba a imaginarlo. Pero… ¿volveré a ver a Álvaro?¿por qué quieren que cene con ellos?
Tras hacerse esas preguntas Nuria se
viste rápidamente, se cepilla el pelo, cuando esta lista de repente llaman a la
puerta, Nuria la abre y … ¡se que impresionada! y dice:
-¡Álvaro!
-¡Estás preciosa!
-Gracias, lo mismo digo.
-Venga vamos al comedor.
El príncipe le toma la mano y van
juntos al comedor. Al llegar al comedor, el rey le dice a Nuria:
-Nuria no te había reconocido con
ese vestido.
-Tienes razón, parezco otra.
-Exacto. Vamos a empezar a cenar.
Cuando estaban a punto de cenar, de
repente, un chico al fondo gritaba jadeando:
-¡Esperad! ¡Qué falto yo!
Nuria le pregunta a Álvaro que estaba sentado al lado suyo:
-¿Quién es?
-Es mi amigo Carlos.
-¿Por qué llega tarde?
-Se ve que ha tenido que decapitar a
muchos por lo que veo. No tengas miedo solo decapita a ladrones, a gente que
traiciona al reino…
-Ah… vale.
Y el rey le dice Carlos un poco
cabreado:
-Siéntate que vamos ha empezar. ¿Por
qué has llegado tarde? Mira prefiero no saberlo.
-¿Ella es Nuria?-Dijo Carlos
alucinado.
-Si.-Le respondió el príncipe.
-Sobre el tema que estábamos
hablando Álvaro tienes toda la razón.-Le contestó Carlos al príncipe dándole
toda la razón, pero el rey intrigado les preguntó:
-¿De qué tema habláis?
Y el príncipe le respondió:
-Sobre las espadas, que... ayer le
enseñé una y yo le pregunté si le gustaba y él no me lo dijo, así que me lo ha
dicho ahora.
-Ah, vale, vamos a cenar.-Dijo el
rey al ver que no era importante el tema de su hijo.
Mientras cenaban, la mano de Nuria se
posa accidentalmente en la mano de Álvaro y ellos dos se miran a la vez y echan la
mirada hacia abajo por timidez. Un rato después,Álvaro le susurra a Nuria:
-Te quiero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario