miércoles, 2 de abril de 2014

La Oca Del Lago

   La Oca Del Lago 

     Capítulo 1. Se llama Carina 

Cristina se sentó al final del autocaravana, no paraba de besarse con su novio… Violeta se puso en medio de la caravana con sus amigos, se comía con los ojos a Abraham, se embobaba, mientras Luis jugaba con sus muñecos con Carlos.
Llegaron a la hora de comer, al lago de Mequinenza, el mar de Aragón. Violeta bajó la primera, y después sus amigos, luego bajaron Luis y Carlos, luego Cristina, Nuria y su novio. Por último bajaron los padres de Violeta. Cristina y Violeta fueron a un lado a solas y Cristina dijo susurrando: ¡Dios! No soporto a Carlos… va de listillo de diccionarios… Violeta la miró como diciendo; Qué le vamos hacer…
Volvieron con sus amigos. Abraham cogió de las dos manos a Violeta y le dijo: Que bien nos lo vamos a pasar. La soltó. Violeta se quedo con la mirada en blanco muy ilusionada, se dirigió a Clarita y le dijo entusiasmada: ¡Me ha cogido, la mano! Clarita le dijo como si lo hiciera fingiendo: ¡Ala qué bien! Se fueron con todos juntos.
Comieron macarrones con cebolla y carne, como a todos les gustaban… Bueno terminaron de comer y fueron a ponerse el bikini y el bañador, se iban a bañar en el lago. En definición el día, fue perfecto.
Cenaron mucho, exactamente cenaron sopa de pollo. Se acostaron a las cinco de la mañana, porque las risas y las sonrisas reinaban esa noche.
Violeta tardó un siglo en dormirse, se despertó la primera, estaban todos dormidos. Fue cansada de camino al lago, y vio una gran ave blanco y precioso en el lago. Violeta lo miró asombrada y dijo: No puede ser… ¿Pero… qué es? Violeta la contemplaba con belleza única. Fue corriendo a llamar a Clarita: Clarita, Clarita, despierta por favor, en el lago hay un ave… Clarita le contestó con sueño: ¿Y a mí que me importa que haya un pato en el lago? Pues te tiene que importar porque es mediano, blanco, con pico y patas naranjas. Dijo Violeta entusiasmada. Clarita la miró y le dijo con sueño: No me digas, y tenía plumas también. Violeta la miró y la cogió de la mano estirando de ella, y de un estirón la levanto con fuerza. Fue corriendo al lago, pero ya no estaba. Clarita, enfadada, miró a Violeta y dijo en un suspiro: Qué precioso ave… Clarita la volvió a mirar y gritó: ¡Para esto me has levantado! De verdad… hasta las mejores amigas están locas… Violeta la miró y soltó: Qué te calles, que en el lago había un ave, y no era un pato.
Después de un rato se despertaron los demás, y Clarita mientras que desayunaba le contaba a los demás lo loca que estada Violeta: Violeta está loca, me ha levantado a las seis de la mañana porque decía que había un pato en el lago, al final me ha llevado a la fuerza y… Ignacio intrigado preguntó: ¿Qué había? Clarita contestó: Había…agua, no había nada me ha hecho levantarme para nada. Violeta enfadada dijo: No te hagas la guay, porque en el lago había algo. Abraham contestó a lo que dijo: Bueno Violeta, tal vez tenías mucho sueño y te lo imaginaste. Ha Violeta le salían humo de las orejas, ya no se lo estaba diciendo Clarita, si no Abraham. Violeta estuvo todo el día enfadada.
Cuando cayó la noche Violeta seguía enfadada, se acercó al lago y dijo: Ay lindo patito, me has dejado por tonta, pero eres tan bonito… Enseguida sus padres la llamarón para cenar.
Violeta madrugó. Solamente para acercarse al lago. Violeta compartía habitación con Clarita a sí que Violeta, silenciosamente se levantó de la cama, se puso las botas moradas y su abrigo rojo. Salió muy silenciosamente y con cuidado cerró la puerta. Bajó las escaleras de la caseta con cuidado y en cuanto toco con su bota el suelo de tierra y piedras, salió corriendo hacia el lago. Y ahí estaba, ese precioso ave que reposaba en el lago, estaba en el lago. Violeta no se lo podía creer. Violeta tal vez hubiera ido a avisar a Clarita, se quitó las botas y los calcetines de rayas. Se los quitó e iba descalza. Violeta se acercó al lago, quería meterse, pero no podía, así que, mojó sus pies solamente. Violeta lo vio tan cerca que ya supo distinguirlo. Era una oca. Violeta se quedó sorprendida: Dios mío… Es una oca, nunca había visto una tan de cerca… Violeta salió corriendo y fue hacia la cocina a coger una barra de pan. Después de coger el pan, fue corriendo hacía el lago. Iba descalza, así que no se tuvo que quitar las botas.
Se acercó lentamente a la oca y partió el pan en trocitos y se los tiró a la oca. La oca se acercó lentamente y empezó a comer del pan. Ella lentamente, se acercó a la oca y la acarició ella no se podía creer que se hubiera quedado: Muy bien pequeña, quédate quieta… Violeta la cogió en brazos y la sacó del lago y vio que era chica. La llamó Carina. La miró y dijo: ¿Seremos buenas amigas? Supongo que sí. Violeta sonrió. La oca estaba muy tranquila en los brazos de Violeta. Violeta estuvo desde las seis de la mañana (cuando amaneció), hasta las diez de la mañana. Enseñando, jugando y acariciándola. 

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