martes, 6 de mayo de 2014

Cuento

                                                             Un Sueño Posible
 
  Había una vez, en una ciudad muy importante de Argentina, vivía una niña llamada Ana, quien a sus padres no la  dejaban  salir a la calle por miedo a que le pasara algo o la atracaran…  la pobre Ana se sentía sola, vivía con su chofer; llamado Pepe, su ama de llaves; llamada Marta, su institutriz; llamada Carmen, su padre; llamado Daniel y su madre; llamada Erika. Ana de pequeña  quería ser actriz, era su sueño desde que tenía 3 años, Ana tenía 15 años y medio  cuando la historia que hoy os estoy contando ocurrió.
Ana es una niña feliz y simpática, aun sabiendo que sus padres no la dejaban salir de casa. Cuando ella tenía tan solo 15 años cuando su madre enfermó y Ana no podría verla, su padre no la dejaba, se quedaba con Pepe, Marta y Carmen cuando su padre se iba a visitar a su madre. Tras unos meses de pruebas y apuramientos, su madre, desgraciadamente falleció debido a una enfermedad llamada cáncer, que, sin saberlo, llevaba soportando bastantes años.
Ana estaba triste y sin ganas de vivir durante 2 años debido a la muerte de su madre. Para Ana pasaron los años y todo seguía igual, siempre era lo mismo.

Ana cumplió 17 años, y, a partir de ese momento su suerte cambió, su padre se tuvo  que marchar a Madrid por cuestiones de trabajo, y Ana, ese mismo día vio un anuncio por su ordenador que decía:
“Apúntese al casting del musical Un Sueño Posible puedes ser la protagonista, salir por la tele y hacer una gira por todo el mundo. Dese prisa, solo hay 2 días para el plazo. En la ciudad Sian de Buenos Aires (los días 20 y 21 de junio)”
Ana se apuntó al  musical y le pidió a su chofer, a su ama de llaves y a su institutriz que no le dijeran nada a su padre sobre que se había ido porque era muy difícil que la cogieran puesto que a ese casting se apuntan muchas personas.
El 11 de junio de 2013 Ana cumplió 18 años y a los 10 días Pepe la llevo a Sian al casting. Cantó, bailó y actuó todo lo que pudo. Actuaron  todos los candidatos a protagonistas. Una hora después, después de conocerse todos y hacerse amigos, Ana se hizo una amiga llamada Erika, como su madre. Llamaron a todos los candidatos a los protagonistas y el coreógrafo eligió a cinco semifinalistas llamados: Carlos, Javier, Erika, María y Ana  que de allí, pasarían a finalistas dos que fueron Ana y Carlos. Como quedaban solo dos personas por elegir y ya habían recorrido todos los países del mundo con el casting los dos se quedaron de protagonistas, quiénes se fueron a sus casas felices a contárselo a sus familiares. Llego la hora en la que Ana y Carlos se fuesen a Madrid a comenzar el musical. Daniel, que estaba en su apartamento de Madrid viendo la tele, vio a Ana y se enfadó muchísimo con ella, pero no podía hacer nada, estaba de gira y dentro de un año no podía volver a su casa. Su padre llegó a Buenos Aires y no estaba Ana allí, pero todos estaban muy orgullosos de ella.
Mientras, en la gira del musical, surgió una magia muy singular entre Carlos y Ana, una magia que nadie podía expresar, estaban hechos el uno para el otro.
Cuando termino el musical, Carlos y Ana volvieron a Buenos Aires a que Ana le pidiera perdón a Daniel, porque estaba muy arrepentida de fugarse sin pedirle permiso y desobedecerle, Ana entonces tenía 19 años. Llegaron a Buenos Aires donde les aguardaba su padre, a quien ella pidió perdón. Su padre, orgulloso la perdonó y aceptó su romance con Carlos y como había triunfado en Madrid y era multimillonario les compró una casa para que vivieran y siguieran con su carrera.
Carlos y Ana hicieron las maletas y se fueron a su casa a vivir. Allí se hicieron una promesa, se prometieron ser muy felices juntos y seguir actuando, puesto que, es lo que más les gustaba hacer. Fueron haciéndose cada vez más famosos, triunfaron en múltiples sitios: Hollywood, Broadway, Nueva York… con el tiempo, ocho o nueve años después, se casaron y tuvieron tres hijos, llamados Carlos (por el nombre del padre), Erika (por el nombre de la difunta madre de Ana) y Yolanda (cuando eligieron el nombre lo dijeron los dos a la vez).
Carlos, Ana, Carlos, Erika, Yolanda, Daniel, Pepe, Carmen y Marta fueron muy felices durante muchísimo tiempo.                                                               

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