miércoles, 5 de marzo de 2014

Imperio Otomano

Es el nombre que tenía la actual Turquía entre los siglos XIV y XX, llegando a dominar los BalcanesMedio Oriente, el Magreb y parte de la península arábiga.
Los otomanos llegaron a Anatolia como parte de la marejada de pueblos turcos desalojados por las invasiones mongolas del siglo XIII. Su primer gobernante conocido es Orján, quien es hijo de Otmán, de quien deriva el nombre del Imperio. Los otomanos se instalaron en Brusa, y conquistaron la ciudad bizantina de Nicea en 1326. Posteriormente, iniciaron una serie de campañas militares que pusieron la totalidad de los Balcanes bajo su control, en particular después de la derrota de los caballeros cruzados en la Batalla de Nicópolis de 1396. La derrota de los otomanos en la Batalla de Angora (en la que Tamerlán capturó a Bayaceto el Rayo) retrasó un tiempo su ascensión, que fue retomada a mediados del siglo XV. Mahomet II el Conquistador conquistó Constantinopla en1453 y destruyó finalmente el Imperio Bizantino, llevando las fronteras otomanas hasta Europa Central.
Sin embargo, el avance otomano en esta dirección terminó cuando Solimán el Magnífico fracasó en el sitio de Viena, en 1529. En Oriente, por su parte, el ascenso del Imperio Safavida obligó a Selim II a guerrear con Persia, lo que le motivó a conquistar Egipto (1527) al Imperio Mameluco
En 1593 el Imperio Otomano conquista Figuig (Marruecos) al Imperio Saadita
De esta manera, el Imperio Otomano alcanzó su máxima extensión geográfica, que duraría hasta 1683.
Interiormente, los otomanos organizaron su imperio no según el principio territorial, sino por el principio poblacional. De esta manera, el Imperio fue repartido entre musulmanes, cristianos ortodoxos, judíos, zoroastrianos, etcétera, cada uno de los cuales conformaba un millet con su propia autoridad a cargo. La nobleza otomana estaba por encima de los raiyeh (literalmente, el 'rebaño'), pero no tuvo cargos en el gobierno sino hasta que su presión obligó a Solimán el Magnífico a admitirlos, a mediados del siglo XVI. La administración otomana estaba en manos de una Casa de Esclavos, que era reclutada entre los no musulmanes, y educada desde la infancia para ocupar cargos directivos. Incluso hasta el visir del sultán era un simple esclavo, que de un momento a otro podía ser desposeído de su vida y bienes.
La decadencia otomana principió después de la muerte de Solimán el Magnífico, en 1566. Una serie de gobernantes ineptos hicieron florecer las intrigas de palacio, hasta que la acción combinada del sultán Murad IV (o Amurates IV) y de la Casa de Koprulu motivó una intensa reforma administrativa.
En 1641 Marruecos invade Figuig.
Sin embargo, el Imperio Otomano sufrió un serio revés cuando comprometió todos sus recursos en un nuevo asalto a Viena, que fracasó en 1683 gracias a la heroica resistencia de los polacos.
De 1725 a 1729 conquistó Luristán y Azerbaiyán Meridional.
En 1736 conquistan Bahrein a Omán.
En 1783 pierden Bahrein.
A partir de entonces, los otomanos descubrieron que su poderío militar (basado en la disciplina de la infantería de jenízaros y la caballería de sipahis) estaba naufragando, y resolvieron abrirse a la diplomacia occidental. De esta manera, los comerciantes cristianos de Constantinopla (los fanariotas) se abrieron paso en la administración otomana. Este proceso duró todo el siglo XVIII, pero motivó el surgimiento de la Gran Idea de reemplazar el Imperio Otomano por un Imperio Griego. Los griegos se alzaron en armas a comienzos del siglo XIX y obtuvieron su independencia en 1823, pero jamás llegaron a concretar la Gran Idea. Los otomanos se volvieron más fanáticamente musulmanes que nunca, y se enredaron irremisiblemente en el juego político de las potencias coloniales de Occidente, al tiempo que sobrevivía a las sublevaciones que sus propios jóvenes oficiales (los "Nuevos Otomanos"), educados en el arte de la guerra occidental, promovían en nombre de esos mismos valores occidentales que habían recibido. El "hombre enfermo de Europa", como se calificó al Imperio, sobrevivió aún tres cuartos de siglo más, gracias al apoyo de Inglaterra (que necesitaba a los otomanos para contrarrestar las ambiciones de Rusia de alcanzar el Mar Mediterráneo). Esto no impidió que los otomanos perdieran virtualmente la administración de Egipto, al tiempo que los pueblos cristianos de los Balcanes (SerbiaCroaciaBulgaria y Rumania) se fueran independizando uno detrás de otro.
Finalmente, durante la Primera Guerra Mundial, el Imperio Otomano se alió con la Triple Alianza conformada por AlemaniaItalia y Austria. Después de la derrota de los Imperios centrales, el Imperio Otomano (gravemente socavado por el despertar árabe apoyado por los ingleses de Lawrence de Arabia) se desplomó en la anarquía. El primer Presidente de TurquíaKemal Atatürk, simplemente abolió el Sultanato, y renunció a la idea imperial, por lo que la historia del Imperio Otomano alcanzó su fin en 1923 con el nacimiento de la nueva Turquía.

No hay comentarios:

Publicar un comentario